Pues sí que tenía cosas que contar
Cuando el equipo me propuso este proyecto -que me encantó, por cierto- y fui consciente de que tendría que escribir una vez al mes sobre recomendaciones, pensé “si no tengo vida”. En mi cabeza ahora mismo mi día a día es lo más próximo al parisino métro – boulot -dodo (metro-curro-cama) pero sin el metro.
Pero, pensándolo con calma, va y resulta que no.
Y ahí van mis recomendaciones del mes:
Pasar de ser una marmota a madrugar para entrenar
Nunca he sido una persona muy deportista. La peor de mis notas del cole siempre era en educación física, ese es el perfil. Hace dos años no hacía ejercicio y por supuesto, madrugar para dedicar un segundo a mover el cuerpo me parecía un sacrilegio.
Empecé a hacer ejercicio en casa en el confinamiento y os digo que ahora me levanto 3 días a la semana para entrenar a las 7:00 de la mañana. Y con alegría. La culpa la tiene Elena Bernabéu, aka @ebjim, que propone tablas de ejercicios variadas, amenas, sencillas y efectivas.
30 minutos y 25 euros al mes.
Confieso que este cambio de rutina no me lo creo ni yo, pero está pasando. Y gran parte del mérito es de ella, me declaro muy fan.
Con pastas y a lo loco
La calidad de lo que como se está convirtiendo en uno de los greatest hits de mi día a día. Leo, busco, pregunto (esto último sobre todo). Y uno de mis últimos descubrimientos es la tienda de productos sicilianos que hay al lado del colegio de mis hijos, Delizie de Sicilia (Calle Salamanca). Ya he probado la pasta fresca congelada -si me permiten la paradoja – , el café molido y el funghi porcini seco. Punto y aparte para mencionar la receta de crema de funghi porcini de mi suegra. Pero eso es otra historia.
Cachemir es calidad
Una de las grandes enseñanzas del último año es sin duda el “menos es más”, y mejor si es mejor. Es una máxima de mi hermana @martahandrich, que lleva años practicando y repitiéndome mi marido (lo reconozco). Esas cosas que si no las escuchas más de una vez, no las escuchas.
Se me acusa de tener suéters con bolitas, y es que ellas se aferran a mi vida y a mis prendas sin una explicación. Aunque sean nuevas, de verdad.
Pero ya tengo clara la solución: jersey de cachemir. Tengo uno de hace un par de años que ha permanecido inmune a las bolas y le quiero más por ello. Inversión en calidad, comodidad y versatilidad a la hora de vestir. Me he comprado otro – el modelo beige del cuello caja de Mango – y no dudaré en comprar otro si se presenta la ocasión.
Serial Parc
Conciertos tranquilos, al sol, con niños y con una cerveza bien fría. Planes para mayores que se adaptan a los pequeños y que hacen de nuestra ciudad un sitio más guay. La última iniciativa de nuestros amigos de Agencia Districte llena de música los parques de la ciudad los domingos por la mañana. Bravo.
Only You
Celebré mi comunión en el hotel Astoria de Valencia. El dato no aporta nada pero como es mi columna lo pongo y ya está. Me ha encantado volver para ver cómo se ha reinventado uno de los titanes de la hotelería de València mientras pruebo por primera vez un cóctel de Ivan Talens en la zona de barra situada en recepción, disfrutando del paisaje y el aroma de El Atelier de la flor. Y de un brioche de langosta con patatas fritas. La zona de barra se llama, por cierto, Trotamundos, lo que siempre he querido ser.
Termino de escribir y no me cuesta imaginar a Nani Moretti en su vespa recorriendo una Roma semi vacía y tratando de colarse en las elegantes mansiones fingiendo (o no) ser un director de cine. Yo podría hacer lo mismo, y sobre todo, me encantaría colarme en un coro que cantase “Visa para un sueño” de Juan Luis Guerra.
Tengo más en la recámara pero me lo guardo para mi Caro Diario de diciembre. Que además es mi cumpleaños.