El sabor de lo sencillo

Hacia mucho tiempo que no me enamoraba así de un sitio, o más bien de una forma de hacer las cosas, de hacerlas como antes, de hacerlas bien. Creo que no tenía un flechazo como este desde que hace ya muchos años empecé a ir al Federal, que ahora ya es esa cafetería en la que no hace falta que diga nada, porque Dafne o Diana ya saben perfectamente que si voy por la tarde pediré un cortado descafeinado y quizás una porción de tarta y que si voy a la hora de comer pediré huevos al plato o ensalada Diosa Verde con suplemento de queso feta. Bueno, que me enrollo. Casa Capicúa es la apuesta más personal de Marta y Laura, dos hermanas que dejaron la oposición para dedicarse a lo que más les gusta: los fogones. Casa Capicúa es una demostración de que a veces en la sencillez está el gusto y de que sencillo no significa en absoluto simple. Tienen menú de martes a sábado por menos de 8 euros con propuestas deliciosas y creativas como sus albóndigas con alcachofas o sus canelones de pollo a l´ast. Y no os quiero ni contar como está de buena toda su vitrina de dulces. Aquí le hago una mención especial al banana bread, sin duda mi preferido en la ciudad. 

Como siempre intento transmitir en mi perfil de Instagram, hace tiempo que opté por un consumo de moda consciente. Comprar menos pero comprar mejor, invertir en prendas que puedan durar toda la vida y asumir que “repetir” look no es malo, si no todo lo contrario: es una señal de que estás construyendo un armario atemporal que te define y con el que te sientes a gusto. En este afán mio por tener ese deseado fondo de armario caí en la cuenta de que hasta ahora no había tenido ninguna camiseta blanca que me hubiese conquistado. Y generalmente, si encontraba una que me gustase en grandes cadenas, se estropeaba a los pocos lavados. Investigando un poco (los que me conocen saben que adoro una buena investigación) di con la mujer que más apariciones públicas ha hecho llevando una camiseta blanca: Victoria Beckham. Y es que la exspice pija hace ya mucho que se convirtió en una abanderada de ese estilo minimal que nunca muere. Resulta que la camiseta blanca preferida de Vicky es (cero sorpresas) la de la firma que lleva su nombre. Algodón orgánico 100% y un patrón con cierto aire masculino por sus líneas oversized. Le di la oportunidad y acerté. No me la he quitado, es sin duda LA camiseta blanca. Con vaqueros, con traje de chaqueta, con una falda larga de raso… con todo. 

Últimamente me he aficionado a los libros autobiográficos, porque solo hay una cosa mejor que imaginarse que algo pueda pasar de verdad, y es leer experiencias de acontecimientos que verdaderamente ocurrieron, porque parece que si algo le ha pasado a otro es más probable que te ocurra a ti también ¿no?. En este sentido, DV, la autobiografía de Diana Vreeland es una desternillante historia real que cuenta en primera persona la misma Diana, afamada columnista de moda y editora jefe de la revista Vogue durante en los años 70. Íntima de personajes como Jack Nicholson o el mismísimo Dalí o de Wallis Simpson. Para los amantes de la moda debería ser una lectura obligatoria. Yo cuando sea mayor quiero ser como Diana Vreeland.

Ha llegado el invierno, los cambios bruscos de temperatura, el ir de un lado para otro…suena a topicazo pero la piel se resiente y mucho. A mi en estos meses de frio se me reseca mucho la piel del rostro y si a eso le sumamos el uso de la mascarilla cada vez que entro a algún sitio… apaga y vámonos. Estaba buscando una crema que me aportase un plus de hidratación porque mi hidratante diaria se me estaba quedando corta. Mi último descubrimiento ha sido la Creme Fraiche de Nuxé, que me proporciona esa sensación tan agradable de tener la piel hidratada pero ligera. Ya os contaré el próximo mes si pasa a formar parte de mis básicos beauty imprescindibles.