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Fue la mano de Dios

Si habéis visto cualquier cosa de Sorrentino coincidiréis conmigo en que es un director fascinante, lo que a mi me sucede con él es que vivo en una relación de amor/odio con todo lo que hace. Paolo Sorrentino me da siempre una de cal y una de arena, me horroriza y me fascina a partes iguales, es un maestro capaz de hacer que lo grotesco y la belleza convivan en absoluta armonía, y sobre todo nunca me deja indiferente, que al final es lo más importante. Netflix ha estrenado su última película, Fue la mano de Dios, con el problemático Nápoles de los años 80 como telón de fondo para narrar las adversidades de una familia peculiar, pero no tanto. Me gusta eso de que hasta en la situación más dramática se le escape al espectador una sonrisa, porque en el fondo siempre he pensado que la vida es eso, y cuando yo misma me hundo en la más absoluta de las miserias me miro a mi misma desde fuera y siempre me rio. Si no la habéis visto aprovechad estos días de fiesta para hacerlo.

Lo mejor siempre es el postre

Siempre he sido una persona muy, muy golosa. Los que mejor me conocen saben que si algo me pierde es el dulce, y además me gusta casi todo. Pues bien, hace ya casi dos años que dejé el azúcar, así como os lo cuento. Aproveché la pandemia para replantearme muchas cosas, leer e investigar mucho. Decidí renunciar al azúcar y la verdad es que me ha ido muy bien, aunque por supuesto eso no significa que cuando salga a comer por ahí renuncie a pedir uno o dos postres por aquello de que chica, a nadie le amarga un dulce. Bueno, el tema. Seguro que conocéis via redes sociales a Pepina Pastel, una empresa valenciana que hace tartas artesanales por encargo. Yo ya sabía que estaban de muerte pero hasta ahora no había probado ninguna de sus opciones sin azúcar. La semana pasada me enviaron a casa su tarta de coco y chocolate sin azúcar ni harinas y OMG me pareció el cielo hecho bizcocho. Nada empalagoso, con una textura contundente y un sabor intenso a chocolate, almendra y coco. Es perfecta como postre pero también para acompañar con un café en el desayuno. Estoy deseando pedir otra.

Un flechazo

Llevaba mucho tiempo sin encontrar una firma de ropa que me enamorase, que me representase y me inspirase. Por eso cuando conocí By Niumaal el flechazo fue instantáneo. Una firma de moda sostenible Made in Spain con un estilo totalmente atemporal. Prendas como las de antes pero con un toque diferencial, cortes asimétricos, siluetas oversized y colores neutros perfectos para crear un fondo de armario que sobreviva al paso del tiempo. Mi última incorporación es este abrigo tipo batín que no me he quitado ni un solo día desde que lo tengo. 

Un consejo

Más que una recomendación, y aprovechando que este será el último Caro Diario de 2021, quería hacer una pequeña reflexión que me hizo hace tan solo unos días una vieja amiga. En una de esas reuniones express de trabajo tomando un café en el Mercado Colón ella, que lleva mil años en esta profesión y me dobla en edad, me dijo que no debería agobiarme ni tener prisa por no cumplir las expectativas de vida que yo misma me había impuesto en el plazo que me había impuesto. Que había que aprender a disfrutar del proceso, del camino, sin importar lo que uno tarde en llegar a sus metas. Porque al final, si vives frustrado por no poder tener eso que tanto anhelas no eres capaz de prestar atención a todas las personas, oportunidades, consejos y aprendizaje que vas a encontrarte en tu trayecto y, citándola textualmente, “a la larga, solo son felices las buenas personas”.